Homenaje al Padre

Padre, me engendraste y formaste en amor,

mi recuerdo es verte, alto y hermoso,

seguro y cariñoso.

Padre, de pequeña, mi mundo fuiste tú!

Al pasar raudos los años

y de lo que de ti aprendí,

me defendió de la vida y ví

el futuro sonreir.

De adulta, fuiste con tus palabras

mi balsamo consolador;

y en los pesados momentos de tristeza

y aflicción...

siempre tuviste para mi brazos abiertos

donde refugiar el dolor.

En mi egoismo de hija,

nunca quise vislumbrar,

tu cansancio y fatigar,

tus conflictos y preocupar.

Porque para mi eras tan fuerte!

como un Dios de piedra

en quien yo si podía confiar.

Y ahora que no te tengo

y estoy deshaciendo el andar,

hay lágrimas que hoy derramo

y te digo: Gracias Papá!